Los productores de kiwi y científicos italianos están desconcertados con la enfermedad que está asolando las plantaciones de kiwi desde hace 8 años y que no logran identificar para poder combatirla. Se trata de una nueva fitopatía tras la bacteriosis que en los últimos años ha sometido al sector de la agricultura a un complejo reto. Algunos agricultores se ven obligados a abandonar sus cultivos y los investigadores no encuentran más que trabas en su camino.
Esta enfermedad, traducida como “moría” o muerte en italiano tiene como síntomas visibles hojas marchitas que van oscureciéndose y marchitando dejando el fruto sin protección frente al sol. Sin embargo, la enfermedad comienza en las raíces. Suele ocurrir durante los meses de verano y es un proceso realmente rápido, ya que en escasos días las plantas «se marchitan por completo» y el sistema de raíces se pudre. Cuando esta arrasa con la parte superior del frutal es demasiado tarde, la planta muere en solo uno o dos años.
Esta enfermedad comenzó a detectarse en 2012, y desde entonces se ha intentado encontrar una solución o tratamiento sin éxito. El Gobierno Italiano, recientemente anunció la creación de un grupo de trabajo centrado en esta misteriosa enfermedad que está arruinando los cultivos del segundo mayor productor mundial de kiwi, tras China, que es la única que le supera. La Ministra de Agricultura italiana ha declarado que se encuentran ante una emergencia y necesitan la ayuda de todos los expertos porque los daños a la producción están causando graves sufrimientos a las fincas. En algunos lugares, como Verona, donde se detectó por primera vez la moría, hay zonas de cultivo completamente abandonadas donde los agricultores han desistido tras años de lucha contra un enemigo sin identificar ni cura. Se les muere, vuelven a plantar y vuelta a empezar. Se calcula que un 25% de los campos de kiwi italianos están afectados, llegando al 80% en zonas donde más fuerte está afectando.
En las investigaciones realizadas estos años se ha dado con un número elevado de patógenos localizados en las plantas. El problema es que no están siempre presentes, no responden a un patrón y de ahí el desconcierto. Cuando se cree que se está cerca de encontrar una causa concreta que permita un tratamiento, todo se desvanece y se complica de nuevo.
Existen varios factores como causa que imposibilitan aislarlo y realizar un experimento. Entre esos muchos factores están el agua (alta precipitación concentrada en pocas horas o técnicas de riego inadecuadas), el nivel de oxigeno del suelo (compactación del suelo), el calentamiento global, un conjunto de patógenos (hongos y bacterias) …que provocan la pudrición del sistema radicular en un ambiente asfixiado. Pero algo ha cambiado cuando en zonas donde antes se cultivaba y recolectaba kiwi sin grandes complicaciones ahora se ha convertido en algo imposible. Algunos expertos sugieren que la crisis climática podría estar acelerando la destrucción de estos cultivos, debido a las intensas olas de calor que experimentan varias regiones del país durante el verano y a las fuertes lluvias
Italia es el país que peor lo está pasando, pero se han dado casos similares en otros países como Francia, España, Grecia, Turquía, Japón y China. Desde el País Vasco, y desde Bizkaia en particular permaneceremos atentos ante esta nueva amenaza.
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